Hace muchos años vi un episodio de The Outer Limits que se titulaba «Stream of Consciousness». La trama era más o menos ésta:
En un futuro no muy lejano, la gente ha dejado de pensar: ¿para qué «tirar de cerebro» cuando un implante wi-fi nos permite consultar en la red la respuesta a cualquier pregunta? Sólo unos pocos marginados (a los que no se ha podido colocar el implante por problemas de algún tipo) siguen leyendo libros, utilizando la memoria, etc.
Los problemas surgen cuando un virus informático invade la red: los humanos caen uno tras otro al verse sus cerebros inundados de «información corrupta». Paradójicamente, son los marginados desconectados los únicos que pueden salvar a la humanidad.
Ciencia ficción, ¿no? Pues parece ser que cada vez es más ciencia que ficción: a través de Guy Kawasaki he descubierto este artículo de Wired en el que los científicos alertan del peligro del «brain hacking». ¿Llegará el día en que tengamos que proteger nuestros cerebros de los piratas informáticos?
Espero que no…
Nicholas Carr tiene un capítulo en su libro «The Big Switch» titulado iGod en el que cuenta que Google ya trabaja en un dispositivo que pueda conectar el cerebro humano a la Web…
lo llama «the first physical neural interface»… y dice que será una realidad para el año 2020…cuando será posible interaccionar con las máquinas con sólo «pensar».
Ente otras muchas cosas, esta tecnología hará posible que los ciegos puedan ver y los sordos puedan oír…
Esto me está recordando mucho a Neuromancer de William Gibson… no es la primera vez que actúa como visionario y sus ficciones se tornan realidad. Al fin y al cabo la ciencia ficción actúa como un motor de innovación.
Pablo, Jose,
Gracias por los comentarios: os veo muy puestos en temas futuristas, me voy a Amazon ahora mismo para intentar ponerme al nivel :-)