A mi padre le habría horrorizado, pero el cambio es imparable y el mundo ya funciona así: si eres cliente de cualquier empresa medianamente moderna, tus datos personales tienen el pasaporte hasta arriba de sellos.
Por coger un ejemplo: si eres cliente de BBVA, es posible que tus datos ya conozcan Argentina, Colombia, Estados Unidos, la India, Perú y Uruguay. En esos países, habrán visitado los sistemas informáticos de 10 empresas:
Los asteriscos indican que se han firmado tropecientas cláusulas legales para proteger a tus datos durante sus viajes. Sin embargo, está claro que los datos informatizados y replicados en múltiples sistemas son más fácilmente accesibles que si solo están en un archivador físico y bajo llave.
¿Qué puedes hacer para evitar esto? La verdad es que poco, a no ser que estés dispuesto a vivir en un búnker como el de Gene Hackman en «Enemigo Público». El progreso es lo que tiene…