Una de las primeras cosas que aprendí al trabajar en medios digitales es que mis gustos y comportamientos no tienen por qué ser representativos de los del usuario medio de Internet. Puede ocurrir incluso que me parezca poco al usuario medio de mis servicios online favoritos.
La verdad es que asumir lo anterior hace que el trabajo sea mucho más interesante: no basta con una intuición, sino que necesitamos datos para construir servicios adaptados de verdad a las necesidades y preferencias de nuestro target. Podemos obtener esos datos a partir de fuentes estadísticas (propias o de terceros), haciendo investigación con usuarios (focus groups, tests, etc.) o ambas cosas. Personalmente, me encanta la investigación con usuarios porque permite poner cara a las cifras y nos ayuda a comprender el uso que se hace de nuestros servicios dentro de un contexto más amplio (ej: sí, visitan nuestra web pero hacen otras mil cosas online y no están esperando ansiosamente esa décima newsletter del día).
Hace unos dÃas estuve en el Centro Universitario Villanueva hablando de marketing digital a los alumnos de Publicidad. Para empezar la presentación, hice una pequeña encuesta. A nadie le sorprenderá que no hubiera nadie sin móvil o sin e-mail (algo que hace solo diez años estaba reservado para los «early adopters»).
Pero, una vez más, me encantó poner cara a los datos: el 100% de los alumnos utiliza frecuentemente algún servicio de mensajería instantánea. Respecto al uso de redes sociales: el porcentaje es… también el 100%: todos utilizan frecuentemente Tuenti, MySpace o Facebook.
Es interesante comprobar cómo la idea de «el consumidor del futuro» se refiere hoy ya al corto plazo. Lo que antes de ayer eran los hábitos de consumo digital de los adolescentes hoy es ya el comportamiento de los universitarios y mañana el de los nuevos matrimonios con hijos. Quienes hemos vivido la aparición de Internet tenemos que replantearnos continuamente lo que creíamos saber. Como dice Alan Weiss: «siempre me sorprende lo estúpido que era hace dos semanas».
2 comentarios sobre “¡Las estadísticas son ciertas!”