Hoy he estado un rato viendo La Sexta en mi portátil. Bueno, en realidad tenía La Sexta en una ventana mientras navegaba por varias webs esperando a ver si empezaba un programa del que me habían hablado: como suele ocurrir, estaba aprovechando los anuncios para hacer otras cosas.
Ver la tele en cualquier ordenador conectado a Internet es tan fácil como instalar Zattoo y hacer click en el canal que quieres ver:

Sin embargo, la experiencia es bastante distinta a la de estar sentado en el sofá. No lo digo por la calidad de la imagen (se ve muy bien en 350×290 y bastante mal a pantalla completa, pero eso es algo que pronto estará resuelto), sino por las infinitas posibilidades de «multitasking» (hacer varias cosas a la vez) que ofrece el ordenador. En el «zapping interactivo» puedo leer varios e-mails mientras descargo un archivo o terminar una presentación mientras espero el contenido en video que me interesa.
Pero no hace falta ir tan lejos. De acuerdo con eMarketer, en EE.UU. dos tercios de los usuarios de internet ven la TV (la de siempre) mientras navegan en el ordenador. Podemos mirar este dato de otra forma: sí, se sigue consumiendo mucha TV, pero el grado de atención que se le dedica es muy inferior al de antaño. De cara a la publicidad, está claro que no es lo mismo un anuncio observado «en exclusiva» que un anuncio que comparte el tiempo del receptor con un periódico online, una búsqueda en Google o un videojuego. Si la tendencia del multitasking se generaliza, los aunciantes deben ser conscientes de que el valor de un GRP será cada vez menor.
En un mundo saturado de medios que compiten por la atención del consumidor, ¿tendrá algún valor el marketing no interactivo?