Cuando hablamos de la simplicidad de Apple, solemos pensar en el diseño impecable de su hardware (iMac, Macbook Air, iPhone…) o de su software (Mac OS o, de nuevo, el software del iPhone).
Pero hay algo más que en Apple es mucho más simple que en sus competidores: su gama de productos.
Imaginemos por ejemplo que quiero un nuevo ordenador de sobremesa listo para usar (con su monitor, etc.). Apple me ofrece un único modelo (el iMac). Eso sí, con un diseño espectacular y la posibilidad de controlar «cuánto me quiero gastar» eligiendo entre cuatro opciones que dependen del tamaño de la pantalla, el procesador, etc. Si nos vamos a HP, lo que nos encontramos es esto:

¿Cómo elegir? Y dentro de cada categoría hay entre una y siete opciones.
Esto no es nada si lo comparamos con la oferta de los fabricantes de teléfonos móviles: en el blog de Pingdom hacen una comparativa muy gráfica entre las gamas de Sony Ericsson y Apple. Mientras Nokia y Sony Ericsson han desarrollado y mantienen decenas de modelos, Apple se ha centrado en… uno.
Son estrategias distintas y es evidente que hay muchísimos segmentos que Apple no cubre (el argumento de Pingdom acerca de los antiguas versiones no me convence). Pero las ventajas de poner todo el foco en prácticamente un único modelo son también evidentes: ¿qué es mejor, hacer un poco de todo más o menos bien o hacer una cosa realmente bien? Lo cierto es que siempre hay hueco para generalistas y especialistas, pero suelen ser los segundos los que consiguen levantar pasiones.
En cualquier caso, el «generalismo» y la especialización son una cuestión de grados:
- Apple sólo vende un modelo de teléfono (con dos versiones), pero también tiene ordenadores, software, iPods, la tienda iTunes, etc. Aún así, su oferta está mucho menos dispersa que la de alguien como Sony.
- Google no para de ampliar su oferta de productos, pero todavía es una compañía muchísimo más especializada que Microsoft (digo todavía porque anuncios como el de Chrome OS llevan a pensar que Google empieza a parecerse a Microsoft).
Lo que sí parece claro es que llega un punto en que la amplitud de tu oferta se vuelve contra ti y la falta de foco hace que tanto tu marca como tu negocio se resientan mientras otras empresas más especializadas se llevan la atención y las ventas en sus diferentes segmentos.
Parcialmente de acuerdo. Porque la especialización da visibilidad a la gana de productos de Apple pero, por sí sola, no explica su enorme éxito. Detrás de la millonarias cifras de Apple hay algo más. La respuesta en:
http://jcjurado.wordpress.com/
Un saludo!
Juan Carlos, estoy de acuerdo en que no es ni mucho menos la explicación de su éxito, pero creo que tener un foco claro en hacer de forma excepcional unas pocas cosas ayuda (y no sólo en el caso de Apple, sino también en el de muchas otras empresas).
Verdaderamente es preferible hacer menos y destacado que mucho y «desconocido», si se quiere generar una marca exclusiva.
La inmensa mayoría de la gente conoce el iPhone o el iPod pero cuántos, no «expertos» sabrín identificar los productos estrella de Sony o Nokia.
Y, ¿son de menor calidad? ¿tienen mal diseño? No, simplemente, Sony o Nokia tienen un catálogo tan variado y lo renuevan con tanta frecuencia que resulta muy complicado retener todas las novedades.
Venden, pero sus lanzamientos no generan la expectación de los de Apple.
Yo no lo habría dicho mejor ;-)